¿Por qué mueren las democracias?
¿Te lo habías preguntado alguna vez?
Aunque a veces pareciera que sí, las democracias no mueren. Al menos no lo hacen de golpe. Algunas se van debilitando lentamente.
¿Por qué se debilitan las democracias?
Curiosamente, uno de los principales motivos es el desencanto. Así es, como cuando te enamoras de alguien y resulta que no era quien tú creías.
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¿Cuál es tu postura?
Si un extraterrestre llegara por primera vez a la Tierra y se encuentra contigo y te vieras en la necesidad de explicarle ¿Qué es la democracia y qué resuelve? ¿Qué le responderías?
Un justo medio, para un justo resultado.
A veces esperamos que “la democracia” resuelva todos los problemas por sí misma. Que garantice a todos un buen salario, que la atención médica sea gratuita y de calidad, que las escuelas sean públicas, gratuitas y de excelencia, que no haya desigualdades excesivas ni pobreza.
Pero recordemos que la democracia no toma las decisiones por sí misma. Es un sistema político donde tanto los gobiernos como la ciudadanía, pueden tomar decisiones. A veces esas decisiones son acertadas y otras no.
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Entonces, ¿las democracias están destinadas a fracasar?
No, no lo están. La democracia no es perfecta, es compleja. Tiene tres dimensiones que es indispensable reconocer. La democracia es al mismo tiempo:
- Un procedimiento
- Una cultura
- Un ideal
Y para que funcione, en cualquiera de ellas, necesita contar con lo siguiente:
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Ciudadanía activa: La democracia es imposible sin demócratas, es decir, personas comprometidas con la democracia.
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Bienestar
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Pluralidad de ideas
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Igualdad e inclusión
“Lo que la democracia sea no puede separarse de lo que la democracia debiera ser. Una democracia existe sólo mientras sus ideales y valores la crean.”
Giovanni Sartori