Conversatorio para transitar de habitantes a ciudadanos
Alberto Athié ciudadano comprometido especialista en Derechos Humanos.
Transcripción del mensaje de Alberto Athié 🔗
Voy a hacerles un planteamiento, o una serie de planteamientos, y esperamos tener la oportunidad de rebotar con preguntas o comentarios de parte de ustedes.
Mi idea en lo fundamental está en ser un facilitador de cuestionamientos, de ideas, etcétera, y que sean ustedes, hombres, mujeres, jóvenes o personas mayores quienes construyan su propia propuesta consensada, acordada y después de alguna manera planeada e implementada.
O sea el tema central está en que ustedes encuentren su propio camino, y que no sea un servidor o cualquier otra persona la que les diga, les determine qué es lo que tienen que hacer, cómo pensar, cómo decidir. Me parece un error histórico que tenemos que superar.
No va a ser fácil porque estamos acostumbradas o acostumbrados a ello. Estamos acostumbrados sobre todo en política, a que nos digan cómo tenemos que decidir, hasta cuándo, hasta dónde y luego soltar.
Para que otras y otros tomen las riendas y lleven a cabo durante el período que les toca su mandato y después irse.
Y luego vienen nuevos y nos prometen y otra vez el mismo rollo de siempre. Que como vemos no nos lleva a ningún lado, no resuelve problemas, y nos deja un poco al margen una vez que nos han utilizado, como pues, digamos así, carne de cañón política para lograr cierta votación y luego nos mandan a volar.
Tal cual.
Entonces vamos a tratar un poquito de ver primero que nada cómo superar esta situación que nos ha generado un malestar tal vez todavía mayor que el que ya traíamos.
Y que esperamos que la solución sea adecuada a la angustia, la inquietud, enojo o indignación, o lo que traigamos dentro y no terminar ni en la apatía, ni en la indiferencia de que háganse bolas, siempre es lo mismo.
Ni tampoco ver, quitamos esto y venga lo que venga siempre será mejor. No sabemos, no creemos, no puede ser así, puede ser peor. No olvidemos nunca a Germán Dehesa que nos dijo “siempre podemos llegar a quedar o a estar peor que antes, siempre”. Y esa es una posibilidad y ahora, ahora también.
No porque quitemos a uno vamos a poner a otro mejor. Puede ser que llegue otro sin que lo pongamos y sea peor que el que estaba y entonces las cosas se complican todavía más, verdad. Entonces vamos a tratar.
Entonces, primera cosa importante que quisiera plantearles es que: Tenemos que cambiar nuestra cultura política.
Y tenemos, como decía el anuncio que sea ha presentado de parte de ustedes, que pasar, y en un dado caso ampliar nuestra visión de un modelo de habitante ciudadano cuando se requiere ir a votar, a un modelo de habitante ciudadano permanente, que no solo vota, sino cuida el voto y además tiene la capacidad de incidir cuando el voto o lo votado no conduce a los cambios que habíamos buscando o tratado de consolidar.
¿Cómo hacerle?
Bueno pues eso es una tarea, pero hay que cambiar la cultura ¿no?
El segundo tema importante de plantearles a ustedes es obviamente el tema de que tenemos que ir ajustando lo mejor posible los tiempos de la inquietud, de la indignación, del enojo, del coraje a los tiempos que están establecidos por las democracias o la democracia en nuestro país.
No es fácil porque muchas veces no coincide mi enojo, mi molestia con el tiempo que tengo para que algo se logre. O lo que quiero no me va a alcanzar con el tiempo que me está determinado por la autoridad para lograrlo.
Entonces me viene una especie de desencanto, frustración, lo que ustedes quieran, en donde lo que quiero que pase no es posible que suceda porque no hay tiempo, o las formas de lograrlo no coinciden con los sueños, los anhelos que traigo.
Entonces ahí hay una especie de desfase entre lo que quiero que pase y lo que puede pasar, realmente puede pasar.
Y en ese sentido sí hay una especie de tensión permanente entre lo que sueño que podría pasar, o quisiera que pasara, y lo que realmente puede pasar porque me da la oportunidad, me da tiempo, las circunstancias democráticas legales que me ofrece el sistema en que estoy.
¿Cómo contribuimos a eso?
Bueno, pues a veces contribuimos activamente y la mayoría de las veces contribuimos pasivamente, es decir no haciendo más que dándonos cuenta después de que, oye pero ¿Cómo es posible que tengamos este esquema?
Pues lo tenemos, y se votó por él, y se logró una mayoría para que eso quedara así.
Oye pero me parece un absurdo.
Pues sí.
¿Qué hay que hacer para cambiarlo?
Ah, esa es buena pregunta. Entonces hay que empezar a ver cómo hacemos para cambiar ese modelo. Pero ahorita hay que ajustarnos porque ya no hay forma de cambiarlo, porque así está establecido, de que una vez que empezamos a entrar en un proceso democrático ya no se pueden cambiar las reglas del juego.
Vean ustedes lo que pasa en Baja California, en Tijuana, donde el gobernador quiso cambiar de dos a cinco años, habiéndose ya determinado que la elección que a él le tocaba, era de dos años y no de cinco. Y entonces hubo que ir hasta la Suprema Corte de Justicia para que se quedara determinado que una vez acordado un tiempo de gobierno no se se podía cambiar
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El gobernador que había ganado por dos años quiso cambiar en el momento menos adecuado de dos a cinco años. Y quiso imponer esos cinco años, convenciendo, comprando al congreso local para que le autorizara a gobernar por cinco años. Y la Suprema Corte pues terminó diciendo que una vez acordado una forma de gobierno por dos años, no se podía cambiar sino después. Y eso de acuerdo con la legislación federal.
Entonces hay un tema ahí de discusión. Finalmente se acordó que el señor gobernaría dos años y ahorita está tratando de quitar otra vez a la oposición y quedarse con la mayoría y lo que fuera. El hecho es que el señor va a poder gobernar solo por dos años. Porque así son las reglas del juego.
Entonces, abusadas, abusados, de querer hacer cambios que no corresponden al mecanismo electoral federal o local correspondiente, ya aprobado.
Porque si no nos vamos a frustar, o nos vamos a enojar, o vamos a acabar como lo están haciendo, y espero que ya hayan terminado, Felipe Calderón y Margarita diciendo que el INE es una porquería porque no les aprobó su partido.
Cuando lo que tendrían que hacer desde nuestro punto de vista, y muchos coinciden, es perdimos en esta ocasión ante el INE, nos vamos al Tribunal [Electoral], si el Tribunal nos reivindica ya quedamos, si no, hay que revisar nuestros procedimientos. Porque ya tenemos dos instancias de autoridad y nos dicen que no hemos logrado.
A menos que nos estén jugando chueco, y entonces viene el tema de si se crean instancias de autoridades para ser manipuladas al gusto del poder, es otra cosa. Y entonces ahí tenemos que ver que no solo tenemos que ajustarnos a las reglas, sino que las autoridades sirvan a procedimientos conforme a derechos. Eso es otro tema.
A Andrés Manuel le cuesta mucho trabajo entender estos mecanismos que hemos creado, precisamente porque quiere imponerse como una especie de mesías que resuelve todos nuestros problemas por si mismo, independiente de las instancias o autoridades secundarias que tenemos en el país.
Tenemos que decir que no, que a pesar de todo hemos creado o construido autoridades en el tiempo y en el espacio que no solo tienden a dar solución presidencial de los problemas, sino las soluciones diversas de instancias correspondientes autónomas.
Incluso la presidencia para obtener resultados que no dependen de la presidencia. A él no le gusta, ni modo, es la democracia que hemos construido y que tenemos que ver si es la mejor o no, y en su momento cambiarla. Pero no tirarla, destruirla, avasallarla, o someterla para controlarla, no. Entonces es todo un problema.
Entonces en ese sentido tienen ustedes que ver lo que puede significar desde un punto de vista de el enojo, la molestia que han ido acumulando o no en el transcurso del tiempo por los gobiernos anteriores y además este gobierno.
O tenían una molestia anterior y ha venido bajando y mejorándose porque según ustedes este gobierno ha respondido mejor. O bien la tercera vía que es: No estamos contentos con el pasado, tampoco estamos contentos con el presente, pero queremos jugar democráticamente a las reglas que nos hemos puesto como país.
Y en estas reglas que vienen en el 2021, tiene dos momentos: El momento general federal, y el momento local.
A mi me parece una gran oportunidad estas elecciones del 2021, porque por un lado ponen en juego las localidades, que son bastantes. En este año vamos a tener dos elecciones, pero el año que entra 15 elecciones a gobernadores, más congresos locales, más presidencias municipales, más alcaldías dependiendo de los lugares, más las votaciones federales al congreso federal.
Lo cual es una riqueza en términos de oportunidad muy grande, pero también en términos de frustración, de dolor, de enojos, de corajes, también muy grande.
¿La democracia finalmente en qué consiste?
En aprender a ganar, sabiendo utilizar la mejor estrategia para ello, pero también en aprender a perder. Saber perder es parte de la democracia de nuestra edad moderna. Hay que aprender a ganar y hay que aprender a perder.
Muchas veces sabemos en general la mayoría cómo ganar. Y cuando uno gana, hasta quiere aplastar al opositor y acabar con él. Cuando el opositor no tiene porqué terminarse de ser opositor por el hecho de haber perdido.
Entonces tenemos que aprender a ganar y tenemos que aprender a perder.
Y ese aprendizaje en la pérdida es más complicado que aprender a ganar, porque ganar siempre está ligado al éxito, a la autoestima positiva, a la especie de aceptación de que tenemos las mejores ideas, todo lo que ustedes quieran. De hecho es que perder siempre implica pues que me ganó, que supo más que yo, que a la mejor para mí no es el mejor, etcétera, y tengo que aprender de mi derrota y de su victoria. Y ahí está un tema ¿no?.
Pero entonces yo les diría, una primera cosa muy importante que luego damos un poquito medio por sabido, que es: Yo por el hecho de ser habitante de un lugar, de una ciudad, ya se ser un ciudadano. No necesariamente. Yo puedo aprender a ser un buen habitante y puedo buscar vivir de acuerdo con los parámetros de los mejores habitantes de mi lugar, que puede ser Guadalajara o otros lugares.
Y entonces yo apuesto a una buena casa, a una buena seguridad, a unas buenas vacaciones, a un buen estudio, etcétera, pero la política, ah, la política no me importa mientras no me moleste, no me toque, no me estorbe.
Y entonces aprendo un poco lo que a la política le interesa que aprendamos que es: Yo no me voy a meter en tu vida mientras tú no te metas en la política. Y hay una especie de pacto de hecho, de facto, que nos ha hecho mucho daño. Porque muchos habitantes de nuestro país se han acostumbrado a no meterse en política con tal de que no se metan en sus vidas, en sus privacidades.
El problema de este gobierno es que no solamente ha ganado, sino que además pretende de una manera u otra, por lo menos medir el nivel y el grado de límite privacidad.
Hasta dónde llega en las familias de México el concepto de privacidad: ¿A su casa? ¿A su persona? ¿A sus bienes? ¿A sus ideas? ¿Hasta dónde llega?
Y entonces están jugando a ver hasta dónde pueden afectar o no lo privado, y consideran que todo puede ser parte de lo público y puesto a consideración del pueblo. Y entonces eso sí a algunos les molesta porque dicen, oye conmigo, con lo mío, con mi familia, con mis bienes no se van a meter.
Y bueno se están metiendo de hecho con iniciativas de ley, con actos de autoridad, o con los discursos. Llámenle como quieran, están probando en un lado, y buscando la forma de ganar espacios que antes considerábamos privados, intocables, y que nosotros a su vez también considerábamos que lo público era de los otros, de los cochinos, de los perversos, de los malditos, pero mientras no se metan conmigo pues ahí se ven. No se metan y yo no hago ruido tampoco.
Bueno, ese esquema se está resquebrajando. Afortunadamente, pienso yo.
Por eso creo que tenemos que pasar de habitantes cómodos o que buscábamos una cierta comodidad o un cierto bienester, a habitantes preocupados y ocupados por lo público.
¿En qué consiste? ¿Cómo se juega eso? ¿Cómo se maneja? ¿Cómo le hacemos? Etcétera.
Esa es una pregunta muy interesante.
Y entonces por eso mismo les decía yo precisamente a María y a Cristina, que tendríamos que aprender a jugar con dos agendas simultáneamente de aquí al 2021.
Con la agenda local: Jalisco.
¿Qué es Jalisco? ¿En qué consiste Jalisco?
¿Cuál es la identidad de Jalisco? ¿Cuáles son los problemas de Jalisco?
¿Cuáles son los perfiles de los políticos que tenemos en Jalisco, que nos están gobernando?
¿Quién los puso ahí? Nosotras, nosotros de Jalisco.
¿Nos parecen bien? ¿Sí? ¿En qué? ¿No? ¿En qué?
¿Que podemos hacer?
Y en ese sentido tiene ustedes la oportunidad de conocerse, y de conocer mejor su ámbito local.
¿Por qué?
Porque en el 2021 va a haber una posibilidad de incidir en lo público desde ustedes como ciudadanas y ciudadanos, habitantes que buscan una nueva cultura.
¿Hasta dónde se va a lograr incidir en la nueva cultura en la agenda del 2021?
Bueno esa es una buena pregunta.
Dos, viene también la agenda federal. En la agenda federal al parecer hay dos o tres o cuatro o cinco temas muy importantes.
Uno, cómo posicionar nuestra identidad local en lo federal.
¿Quiénes van a ir o quiénes creemos que pueden ser las o los mejores para ir a ese espacio y luchar por lo nuestro ahí. ¿Quienes pueden ser?
Y dos, cómo podemos incidir desde lo local en lo federal para que a los cambios que necesita el país en el congreso y desde el congreso se puedan llevar a cabo.
¿Qué tipos de cambios necesitamos?
Bueno, pues el que más se oye de todos es acotar, quitar, reducir, llámenlo ustedes lo que quieran, el poder presidencial.
Entonces aquí el tema es el equilibrio de los poderes, el contrapeso de los poderes de los que Tocqueville había platicado durante tantos años, y que en EE. UU. lo han logrado mejor que en otras partes.
Pero también en los EE. UU. se les está moviendo el tapete. Porque los representantes presidenciales en los EE. UU. no están jugando el papel de representantes del estado [norte]americano para ver cómo lograr el bienestar [norte]americano y al mismo tiempo buscar el bien universal, el bien de todas la naciones.
Porque EE. UU. quiso jugar durante muchos años, todavía no sabemos si ya no lo quiere jugar, el papel de líder, policía, representante, etcétera, llámenlo ustedes lo quieran, mundial de un cierto orden del mundo que estaba expresado más o menos en Naciones Unidas.
Ya eso se está moviendo muy fuerte y se están buscando nuevos liderazgos, nuevos reacomodos. Ese es un tema.
Y luego ¿Cuál es el papel de México en ese nuevo orden mundial?
Bueno, pues es un tema, que les va a tocar no desde el ángulo del congreso que dicta leyes para el país, si no desde el ángulo de la cámara de senadores que representa al Estado de Jalisco en el congreso llamado Senado para representarlo antes las naciones, universalmente hablando.
Ante otros países, leyes internacionales, acuerdos internacionales, etcétera.
Entonces todo eso vamos a tener que aprender, a cómo le vamos a hacer para que eso forme parte también de nuestra preocupación como ciudadanas, ciudadanos habitantes de Jalisco.
Entonces se complica, sí es verdad.
Y por eso la importancia de distribuirnos tareas, de conformar equipos de trabajo, de que nos ayuden a pensar otros que se dedican más a un tema que a otro.
Nosotros ¿A cuál tema nos vamos a dedicar? Pues a este.
¿Cómo compartir? ¿En qué momentos?
¿Cuándo salir? ¿Cuándo no salir?
¿Cuándo opinar? ¿Cuándo no?
Toda esa parte que antes parecía que la entregábamos a terceros y que no nos preocupaba, ya nos tiene que empezar a preocupar cada vez más.
Y eso me parece muy bien, muy interesante, muy valioso.
Entonces en ese sentido, yo diría si les parece, que ojalá construyan entre ustedes, y ahí entra el diálogo con Pedro Kumamoto y otras y otros actores importantes y relevantes de Jalisco, cómo construir un buen diagnóstico local.
¿Cómo está nuestro Jalisco?
Yo me he enterado de algunas cosas que obviamente son mínimas, no tengo la capacidad de acercarme a ustedes, pero les diría, me parece una gran oportunidad que ustedes tengan acceso a conocer y comprender mejor su entorno local llamado Jalisco.
Y luego quiénes, en el o los tipos diferentes de gobernanza existentes o que quisiéramos construir, deberían de representarnos en el gobierno local, en el gobierno municipal, en las cámaras, en la alcaldía fulana, etcétera.
Toda esta parte es un tema maravilloso que les toca mejorar en su comprensión y poder diseñar modelos de planeación y de incidencia local.
Y luego hacer un proyecto para mejorar su capacidad de comprensión y de incidencia nacional.
¿Queremos acotar a Andrés Manuel? ¿De qué manera?
¿Queremos equilibrar los poderes? ¿Cómo?
¿Cómo le hacemos desde aquí? ¿De qué forma?
Esas son preguntas muy interesantes para ustedes.
Y luego, cuando venga la revocación de mandato digan, sí estamos a favor de un Andrés Manuel pero así, o no ya no queremos a Andrés Manuel, que renuncie, que se vaya, y busquemos un nuevo modelo de presidencia de la república.
Claro, ahí está una pregunta para ustedes, si no es este modelo ¿Cuál modelo?
¿Por qué hemos creado estos modelos presidencialistas, imperiales?
O hiperpresidencialismos, o modelos presidencialistas tipo rey sol que concentra todos los poderes y todas las decisiones en una persona. Los mejores para él son los agachones y los leales aunque no sepan, esos son los mejores.
O prefieren que interpelen en serio la visión del presidente, y discutir con él sobre qué sí y por qué y qué no y por qué, etcétera.
Y luego obviamente pensar en el modelo de gobierno para Jalisco.
¿Nos parece bien que Alfaro esté gobernando Jalisco? ¿Sí ¿En qué?
¿No? ¿En qué?
Porque viene el cambio de gobernador, y entonces ¿Qué tipo de modelo de gobernanza del gobernador queremos?
¿O queremos una gobernadora? ¿Ya llegó el momento de una mujer? ¿O no ha llegado? ¿Está lista? ¿Cómo le hacemos?
¿Qué tipo de congreso y cómo lo vamos a vigilar, a acompañar?
¿Que nos rindan cuentas? ¿Sí o no?
¿De qué tareas? ¿De cuáles?
¿O por dónde empezamos? ¿Empezamos por todas?
Y si no están dispuestos a rendir cuentas, pues que mejor se vayan, que se retiren y busquen otro trabajo, porque no llegaron para hacer lo que se les pegue la gana, llegaron para servir a la sociedad de Jalisco.
Y si no le quieren servir a la sociedad de Jalisco, pues o mejoran en su manera de gobernar o que se vayan de ahí.
Queremos quien gobierne bien y nos rinda cuentas bien, muy bien también. Al mismo tiempo, y nos diga voy a hacer esto por estas razones, no por estas otras, y me gustaría escuchar la opinión de la sociedad que votó por mí, y los que no votaron por mí, y los que ni siquiera votaron o no votaron, sino que se quedaron a la mitad. Me gustaría ir a todos y luego construir a la mejor una solución que tome en cuenta a los que sí votaron por mí y a los que no, y a los que se quedaron a la mitad, etcétera, y vamos a buscar una solución más adecuada. En fin.
Entonces en ese sentido yo les diría, una primera tarea muy importante es la construcción del sujeto que no solo sea habitante de Jalisco, sino ciudadana, ciudadano que cuida el bien público, que su ciudad se convierte en un problema a analizar y a resolver.
Y no solo que no me molesten, que no me fastidien, que no me atosiguen ni nada porque yo estoy muy bien, me va bien con mi dinero, con mi empresa. No, no, no. Eso está bien mientras tú seas el único en la historia, pero hay otros que no tienen ni eso, etcétera, no.
Entonces un tema fundamental que yo sí creo que se planteó en este período y que José Woldenberg volvió a poner en la agenda es: No tenemos por qué destruir la democracia, pero sí tenemos que valorar hasta dónde nuestra democracia ha implicado la búsqueda sincera de la justicia social en nuestro país.
¿Cómo le estamos haciendo para eso?
Bueno pues es un tema para Jalisco.
Por eso yo agradezco el interés de las comunidades indígenas de Chiapas de parte de ustedes, pero les he planteado a María y a Cristina que lo mejor serían también que además de preocuparse por la gente de Chiapas, se preocupen por sus indígenas de Jalisco, por las inundaciones que han habido en algunas zonas de su país, por el problema de las mujeres, los feminicidios en Jalisco, por las niñas y los niños de Jalisco, por los jóvenes, por las adultas y adultos mayores, etcétera.
¿Qué hacemos?
¿Cómo le hacemos?
Para que sus agendas queden incluídas en nuestra lucha por la democracia.
¿Cómo le hacemos para equilibrar y no le peguemos a una a cambio de la otra, que es un poco lo que está pasando y nos está preocupando demasiado y con razón. Yo estoy de acuerdo con eso.
Entonces en ese sentido les diría que hay mucho por trabajar. Ojalá tengan el tiempo, la oportunidad de reunirse, no solo para estar bien, sino para preocuparse por su localidad y por su país. Como ya lo están haciendo, yo lo sé, siguiendo a las diputadas, a los diputados, buscando analizar problemas que están pasando en Jalisco. Todo eso me parece magnífico.
Pero ojalá establezcamos una comunicación y una intercomunicación entre modelos locales.
Yo les decía a los de Chihuahua junto con los de Sonora: Construyan modelos locales que nos rebasen a los del centro y nos enseñen a ser mejores demócratas y mejores luchadoras y luchadores de justicia social, que lo que estamos planteando en el centro del país, que ya se está agotando nuestra capacidad.
Lo que me parece muy bien, ayúdenos a ser mejores demócratas, mejores luchadores de justicia social.
¿En dónde?
En el norte, en donde están cerca de los EE. UU., con problemas como los Le Baron, y los del crimen organizado y la política en Chihuahua, y en Ciudad Juárez, con los problemas que tienen allá junto con otros modelos que están construyendo en otro lado, más los modelos de ustedes en Nuevo León, en Jalisco, en la zona del centro del país, en el sur sureste.
Y que todos eso vaya siendo para nosotros ejemplos novedosos, inovadores, que digan aquí no estamos haciendo bien la tarea, aunque tengamos la sede de la presidencia de la república, ni modo, ya se agotó el liderazgo nacional que es capaz de resolver todos los problemas en todas partes.
Eso ya se acabó, pero no lo acabamos de reconocer. Ojalá ustedes nos ayuden diciéndonos con ejemplos, ya se acabó la respuesta del centro del país para Jalisco porque tenemos mejores respuestas.
Ese es un poco el jaloneo en el que podemos encontrarnos, que creo yo que nos va a hacer bien, porque no solo Jalisco tiene algo que decir, también la zona del norte, la zona del centro, la zona del sur sureste, tienen mejores, ojalá, maneras de decirnos cómo se construye una democracia con justicia social y participación ciudadana cada vez más fuerte, mejor, etcétera. Yo espero que eso pase.
Si quieren lo dejamos aquí en un planteamiento general, lo abrimos a preguntas o comentarios y seguimos adelante.
Así es que por favor, quien quiera aportar una idea o decir algo, tiene el tiempo y la oportunidad para decirlo.
Muchas gracias.